Trigo sarraceno o Alforfón

Beneficios y modo de uso en la cocina del Alforfón (fagopyrum esculentum).

Desde el punto de vista botánico no pertenece a la familia de las gramíneas; sin embargo, en lo que respecta al mundo culinario, se considera un cereal. El trigo sarraceno a pesar de su nombre, no tiene nada que ver con el trigo, pertenece a las familias de las poligonáceas. Sus granos tienen forma de pequeña pirámide, con caras triangulares.

El alforfón procede de Asia Central y llegó a Europa a finales del s. XIV. Tradicionalmente se ha cultivado en muchos países y hoy día los principales productores son también los mayores consumidores este grano. China produce el 55% del total mundial; Rusia el 22%; Ucrania el 15% y Polonia el 3%.

Se considera un alimento económico desde el punto de vista agrícola, pues crece rápidamente en climas frescos y se adapta muy bien a suelos pocos fértiles. Por ello podemos destacar que no plantea problemas de garantía ecológica debido a que los insectos no lo atacan y no resiste el uso de productos químicos.

Información nutricional

Análisis medio por el 100g

El trigo sarraceno posee un alto contenido en proteínas y contiene lisina, aminoácido deficitario en la mayoría de los cereales; por lo que sus proteínas son de gran calidad y fáciles de asimilar. Lo que lo convierte en un alimento energético y muy nutritivo.

Beneficios e indicaciones.

• Por su aporte en energía y nutrientes, es un alimento muy indicado en países fríos o que están en temporada invernal, y también para deportistas, niños, embarazadas, madres lactantes, personas mayores y convalecientes.
• Se recomienda su consumo en épocas de mucho trabajo o en caso de estrés y fatiga física o intelectual; ya que ayuda a restablecer la vitalidad y disipa el cansancio. No se recomienda tomarlo en las noches en grandes cantidades; porque no es excitante, aporta mucha energía.
• Por su contenido en vitaminas del grupo B y en minerales como el magnesio, ayuda a regular las funciones del sistema nervioso y resulta beneficioso en situaciones de ansiedad o depresión.
• Es rico en hierro, por tanto, es un buen aliado para combatir la anemia.
• Las sumidades floridas del alforfón son muy ricas en rutina, un flavonoide de gran utilidad para fortalecer los capilares y los vasos sanguíneos, siendo conveniente en casos de varices, hemorragias retinales y otros problemas circulatorios como la hipertensión, celulitis, etcétera, porque tiene propiedades antiinflamatorias y antiedematosa
• El trigo sarraceno es un alimento alcalinizante y combate los efectos negativos de la dieta actual, rica en azúcares, grasas saturadas y alimentos refinados.
• Es un gran aliado del sistema digestivo, ya que limpia y fortalece los intestinos y regula el apetito.
• El alforfón contiene una molécula, la fagomina que ayuda a retrasar la sensación de hambre, regulando la absorción de glucosa. Cada vez más se van realizando diversos estudios, destinados al uso de este, para el control de la obesidad y otras enfermedades metabólicas.
• Según la medicina tradicional china, el trigo sarraceno no conviene para personas que presentan signos de “calor” como, por ejemplo, fiebre alta, tez roja, lengua de rojo oscuro y tensión arterial alta.
• NO CONTIENE GLUTEN: es apto para celíacos. 

Modo de empleo en la cocina.

Proporción cereal/agua: 1 parte de trigo sarraceno/2 partes de agua.

Tiempo de cocción: 20 min

Se debe lavar el trigo sarraceno en un colador y se pone en una olla, con una tapadera que quede bien ajustada, con agua fría y una pizca de sal marina. Se pone al fuego con la olla tapada, una vez que comience a hervir, se baja el fuego al mínimo y se deja hasta que el agua quede absorbida (aproximadamente unos 20 minutos). Cuando ya está listo, se puede verter en una bandeja o recipiente (cristal o acero inoxidable) y esponjar los granos con un tenedor para que no se peguen.

Utilizando esta cocción, puedes preparar exquisitos platos como paella de trigo sarraceno con verduras. En este caso cuando ya tienes listo el sofrito de verduras, se sofríen los granos de alforfón y luego se le añade el agua o el caldo vegetal, todo con la proporción indicada anteriormente, se tapa y se deja cocer (importante no destapar ni remover.

Ahora bien, si quiere preparar otros tipos de recetas como albóndigas, hamburguesas, lo que debemos es añadir un poco más de agua o de caldo para el alforfón quede un poco más blando o mucilaginoso.

Se puede añadir a sopas o hervir con verduras en substitución de la patata para crear cremas.

Si prefieren que los granos queden más sueltos, se pueden tostar los granos en una sartén sin aceite antes de cocinarlos.